miércoles, 24 de junio de 2009

Días de Luz...

Dicen que todos los días tienen algo nuevo, que todos los días son una nueva aventura, una nueva oportunidad de crecer, que todos los días se aprende algo nuevo...
Y es cierto, hasta los días más grises tienen algo de particular que los diferencia del resto. A mí me gusta ejercitar el optimismo de la siguiente forma: todos los días tienen algo bueno y bonito, aunque sean esos días negros en que todo sale mal. La semana pasada hubo uno en que me levanté super temprano para ir a trabajar y cuando abro la ventana de mi dormitorio, una polilla entró y pasó junto a mi oído, susurrando el aleteo de sus alas doradas tan fuerte que me sorprendió. Un zumbido como el de un pequeño helicóptero. Fue maravilloso. Pensé que ese día sería especial. Fue un día de mierda... pero esa pequeña polilla lo hizo especial, y cuando rememoro solo tengo el recuerdo de ese mágico encuentro.
Esta semana, no recuerdo si fue el lunes o el martes, me quedé dormida, por lo que al abrir la ventana en la mañana ya había luz de sol y el oro de las copas de los árboles me saludaba, y entre sus hojas añejas y húmedas revoloteaba un colibrí y eso llenó mi alma y me hizo empezar el día con una enorme sonrisa.
Y así... esas son las cosas que me van quedando en la memoria, esas son las pequeñeces que hacen cada día especial y que rompen la rutina. No son grandes cosas, pero aquellas son las que el dan el gusto a la vida y hacen que se enriquezca. Quien aprende a saborear las delicias sencillas y pequeñas, aprende a sonreír más fácil. Uno se deprime a veces por tonteras, pero más tontera le parece sonreír por una brisa fresca de otoño que acaricia las mejillas y le da cuenta a uno de lo maravilloso que es besar el viento.

En estos días en los que uno está tan inmerso en la rutina, en que no tiene tiempo de salir a caminar, que el inclemente frío no permite disfrutar de los amaneceres, en que el cansancio y el estrés nos hacen sucumbir al mal humor e incluso a la depresión, comenzar a mirar el cielo a ver si una nube se dio el trabajo de bajar para venir a jugar con las hojas de los árboles y saludarla, es un buen ejercicio para el alma y lo ayuda a uno a mantener la sonrisa para iluminar un poco la oscuridad intrínseca de cada invierno.
Una flor!!!
Ivy

martes, 16 de junio de 2009

Fran y Yo...


Tuve un fin de semana genial... con mi pololito nos tomamos unas mini vacaciones en un departamento de lujo en Reñaca!... Salimos, paseamos... aunque de todas maneras Viña del Mar lo detesto... ya que me trae muy malos recuerdos, igual lo convencí y anduvimos por Valparaíso... mi lugar especial... nuestro lugar especial... ahí nos conocimos en enero del 2006.
Recuerdo que yo bailaba con una amiga y él se me acercó, me pidió bailar y yo no sé porqué... cosa rara en mí le dije que sí... bailamos muchísimo rato, pero yo tenía compromisos asi que no le di mucha atención... Estuvimos toda la noche juntos hablando... conversando... él andaba solito por esos lados porque había terminado una relación de años con alguien a quien ya no quería.
Recuerdo muy bien como eso me llamó la atención... recuerdo muy bien su voz... esa vocecita que me persiguió por mucho tiempo... aquella voz que escuchaba cuando durante ese año mellamaba para pedirme salir y yo me negaba...
Recuerdo el miedo que me provocaba esa voz y lo que me hacía sentir... siempre todo olía a peligro... todo se me daba vueltas cada vez que hablaba con él...
Esa noche me robó un beso de unos segundos, me miraba tanto y anduvimos de la mano caminando por Valparaíso a las cinco de la mañana...
Al otro día me llamó y nos juntamos... me acuerdo que a mi amiga le había gustado y como yo pololeaba le dije que le haría el típico gancho... pero no hubo caso... él no colocba más atención que en mí... bailaba conmigo, conversaba conmigo, se reía conmigo... yo estaba super temblorosa... pero esa noche nada permití... salimos del lugar donde estábamos, porque mis amigas estaban en otra y nos sentamos en una cuneta en plena Calle Errázuriz... hablamos por horas hasta que casi amaneció... hablamos de todo... de mi vida, de mi relación, de mis penas y alegrías... hablamos de su vida, de su término de relación y de la pena que sentía por no querer a esa niña...
Fue una conversación, de esas que casi nunca se dan con alguien que recién se conoce... fue mágico, fue de otro planeta... Todo tenía que terminar con un beso... pero no fue.
Ese año 2006 me persiguió tanto, pero nos fuimos por caminos separados... yo seguí en mi relación y él andaba en una onda de salir y conocer chicas... pero siempre me llamaba, siempre me quería ver y yo seguía negándome, seguía arrancándome... hasta que todo fluyó entre los dos...
Durante el 2007 fue así... igual arrancándome, a pesar que yo ya era libre... Me moría de miedo empezar algo con él, me moría de susto saber que sentía cosas muy fuertes... hasta que me rendí y por fin!!! pude reconocer que lo amaba y que sólo quería estar con él...
Por eso... nuestro amor es de antes... entre encuentros y desencuentros estábamos destinados a estar juntos... que loco! siempre nos decimos lo mismo... como nos conocimos... como nos juntamos... como hablábamos... como nos empezamos a querer... Y cómo la pasión y el deseo estuvo siempre presente entre los dos... Algo de eso, se presentó ante nosotros este fin de semana, el recordar el lugar en que nos conocimos fue electrizante, me llené de magia y pasión y se generó un clima tan sensual que hacía que se me erizara la piel. Los ojos de él tan profundos y como me miraba fue espectacular... y sé que le gusto muchísimo... Siempre me ha dicho que hacer el amor conmigo es lo mejor que le ha pasado. Que me desea como nunca había deseado a nadie... él disfruta de mí tanto como yo de él... es que es tan... ni siquiera sé como decirlo... es tanto el fuego que hay entre los dos... es tanta pasión que siempre quedamos sin respiración y exhaustos... es tanto lo que me lleva a otro mundo que pierdo los sentidos... el mirarlo a los ojos y ver con cuanto amor me observa es infinito... me hace eterna... y muero y nazco otra vez con cada caricia...
No sé... nunca había vivido algo así con alguien... y él me ha dicho que él tampoco... nuestro amor es así... Nos vamos lejos por un rato, para comenzar otra vez...
Fue un finde genial...

Una flor!

Ivy

lunes, 1 de junio de 2009

Llorar es un Arte...

No entiendo por qué está tan arraigada en la mentalidad social que el llorar de tristeza es sinónimo de lamentarse.
Yo lloro mucho, no me privo de llorar, y detesto que me vean llorando, porque me preguntan qué me pasa y todos me terminan diciendo "qué sacas con llorar". Pues aquí les va la respuesta: se saca mucho, de hecho es lo más efectivo para sacarlo todo.
Porque yo casi nunca (si no es que nunca) lloro para lamentarme. Yo lloro simplemente porque tengo ganas, porque estoy cansada, porque tengo pena, porque tengo rabia, porque extraño, porque a veces me siento saturada, pero jamás para lamentarme.
Es tan simple como tener en cuenta lo siguiente: tengo las lágrimas a flor de piel, mi cuerpo y mente quieren desahogar tanta mala onda acumulada. No puedo cambiar las cosas ni pretendo que con el llanto cambien.
Pero cómo rayos funciona, porque no me reprimo, si quiero llorar pues lloro y cuando termino me siento como nueva y con más fuerza, optimista y llena de energía. Bueno, llena de energía no, lloro al punto de quedar agotada, porque quedo vacía de todo el pesar que venía acumulando, luego descanso, duermo tranquila porque no me quedaron fuerzas ni para soñar, y a la mañana despierto recargada.
El llanto no tiene que tener un motivo específico, y reprimirlo es como aguantarse ir al baño hasta que revienten los riñones teniendo un baño limpio al lado o cagarse de hambre por mero masoquismo.
Entonces doy vuelta la pregunta: ¿por qué no lloras? ¿Y, porqué a nadie le gusta ver llorar a los que quieren? Eso es un poco egoísta, todos tienen derecho a sentirse superados, y nada como una buena pataleta para drenar ese agotamiento.
A mí me encataría ver llorar a unas cuantas personas que adoro, solo para saber que no quieren cargar con ese cansancio, que aún tienen sangre en las venas, acompañarlas y llorar juntos para terminar muertos de risa después. ¡Cómo no ha de ser sano y renovador eso! Somos seres humanos, no máquinas, llorar es tan bueno y natural como reir, y hoy por hoy ambas cosas son vistas como ajenas a lo normal, ¿en qué nos estamos conviertiendo?
Y luego de rezar mando una sonrisa al cielo para decirle como Johnny a June "help me make through the night"... and through the day.

Una flor!
Ivy