jueves, 3 de septiembre de 2009

Envidia.. o simplemente soberbia...

No entiendo la tendencia de la gente en general a suprimir al resto, a aquel que pueda tener algo que no tenga yo y que deseo. Siempre, desde pequeñita, me dijeron que cuando alguien me molestara y me tratara mal por algo, era porque esa persona me tenía envidia... Con el tiempo me he dado cuenta que, por esa razón, todas mis aptitudes siempre fueron criticadas de mala forma por la gente que a penas me conocía: porque era flaca, tenía anorexia; porque soy inteligente, soy una sabelotodo; porque soy optimista, soy una idealista que no le toma el peso a su futuro; porque soy humanista, soy holgazana; porque tengo cara linda, soy una engreída; porque soy tierna, soy cabra chica; porque escribo correctamente (o intento hacerlo), me creo demasiado buena para tener una conversación por msn con cualquiera... y un enorme etcétera. Nada de eso es cierto. Yo me conozco mejor que nadie y tengo la humildad suficiente para reconocer mis defectos y hasta donde sé, ninguno de esos está.
Yo lo veo no solo en mi caso, sino que también en mucha gente a la que estimo y admiro, personas que se esfuerzan por ser genuinas y superarse a sí mismas, a quienes buscan hundir del mismo modo, convirtiendo todas sus virtudes en defectos.
Lo comentaba la otra vez con un amigo, y cualquiera puede hacer el intento: en mi generación, mis compañeros de diversas carreras humanistas se jactan de su flojera, de su mala disposición, de su mala redacción y ortografía, de su incapacidad de análisis, del mismo modo como un soberbio de jacta de sus habilidades y dotes. Presentan sus falencias como algo digno de sentirse orgullosos, sin ningún atisbo de querer superarse. ¿Acaso es una forma de mostrarse "humildes"?, ¿o es una manera de no ponerse por sobre los demás para así protegerse del pelambre? Igualarse hacia abajo me parece una soberana estupidez. En el caso contrario, si alguien se reconoce a sí mismo como inteligente, elocuente, carismático, inmediatamente lo tildan de soberbio, como alguien que se siente por sobre el resto de la especie humana. Entonces, si Hendrix resucita y viene a decirme que toca la guitarra mil veces mejor que yo, ¿es un pedante? No hay que ser un genio para darse cuenta del abismo que hay entre uno y otro. Y si yo no tengo que esforzarme mucho para tener mejores notas que alguien que se desvela una semana para sacar una decente, ¿no hay diferencia? No se trata de andar ventilando y restregando mis logros sobre los vencidos, pero estoy harta de tener que aparentar ser una imbécil como la masa para que me acepten en su clan solo para compartir la hora del café sin recibir miradas desdeñosas y sarcasmos hirientes.
No puedo evitar recordar una amiga que tuve, que me escribió una dedicatoria, hace años atrás cuando yo estaba depresiva, en la que me puso "No cambies, me gustas con la auto estima baja, si la tuvieras más alta no serías tan simpática" (???) Entonces ¿ahora que me valoro no soy simpática? Bueno, lo lamento mucho por esa gente.
Cuando conozco alguien que tiene un defecto que me molesta, pero es una persona buena e interesante, simplemente evito tocar los temas controversiales y me concentro en las virtudes que me llaman la atención.
Ese es un aspecto básico en la sociabilización que casi nadie pone en práctica. Y me molesta todavía más cuando se trata de gente entrando a la adultez, en la universidad y estudiando para ser profesionales, los mismos que se comportan como nenitos de primaria haciéndose los simpáticos y entregándote confianza para luego reírse a tus espaldas y esparciendo como plaga los detalles escabrosos que lograron sacarte, o manipulándolos para hacerlos todavía más polémicos. Esos a los que la copucha los consume como si no tuvieran más vida que el pelambre. Sí, lo lamento mucho por esas personas.
Una flor!!!
Ivy

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