viernes, 30 de abril de 2010

Sin Tiempo...

Sobre la cómoda, un marco pesado, antiguo, con una imagen que se me hizo familiar. Una imagen amarillenta que me transportó a una época que nunca viví y que, sin embargo, era mía. Ese ayer no era el nuestro y aún así, aquel hombre de brazos cruzados, con una expresión un tanto forzada por la luz del sol directa, apoyado en ese Ford ajado y con tanta historia detrás, eras tú y esa mujer de vestido entallado y peinado bien armado y recogido era yo. Los años se volvieron caóticos e imprecisos, era el recuerdo de un futuro que no viviríamos hasta dentro de unos veinte años atrás. Ya no éramos jóvenes entonces, la vida había curtido nuestros cuerpos y nuestras almas, los errores habían castigado nuestros corazones y el cansancio de una rutina de continuo trabajo, agotado nuestra pasión juvenil. Y todo aquello nos llevaría a unirnos férreamente o a morir en el intento.Eso auguraba la imagen de ese marco añejo. Esa pareja tranquila y austera éramos nosotros encerrados en una foto. Nosotros, perdidos en el umbral del tiempo, en una generación a la que no pertenecimos, una época en la que aún existía el "para siempre". Un pasado que no quería presentarse en nuestro futuro.
Una flor! y buen fin de semana para todos...
Ivy... Felíz!... y sintiendo a Tomás Agustín dar sus primeras patadas... :)

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