martes, 28 de julio de 2009

Un poquito sobre mí...

Siempre fui optimista... siempre he tenido esa capacidad de reponerme a la adversidad, de salir adelante y de tomarme las cosas con andina... cada vez que pasa algo que es importante o adverso a mi via de la vida... Saco fuerzas de no sé donde para seguir. Tengo un temple que ya se lo quisieran varias personas... lo sé porque me lo han dicho... Me han sucedido varias cosas durante mi existencia, que quizás si no hubiera sido fuerte, no estaría donde estoy ahora, no hubiera seguido adelante. Tengo un carácter bien fuerte, tengo un genio a veces insoportable. Siempre me ha gustado que todo funcione a mi ritmo, y según mis decisiones, que todo marche como lo tengo planeado. Durante los últimos años siempre fui más cerebral que sentimental. El ser cariñosa no me salía... me costaba mucho ser de piel, ser amorosa, tierna y hasta un poco mamona. Para mí, era signo de debilidad. Admito que quise... y quise mucho... pero yo demostraba mi cariño de otras formas... con un regalo, con algo hecho por mí, con comida, con invitaciones a salir y cosas así... Pero de cariño? re poco la verdad.
Por mi carrera, porque tuve que soportar varios eventos que me cambiaron la perspectiva de la vida y de lo que son las personas o por el miedo al daño que me podían hacer, siempre ese miedo a que puedo estar felíz e intuyo o me imagino que puede pasar algo que arruine esa felicidad que tanto anhelo...
No soy de sacar las cosas de mi corazón... obvio que siempre he tenido personas confiables, personas a las cuales he querido mucho y me han logrado conocer muy bien. Pero siempre sale ese temor... los sentimientos más profundos siempre los he guardado muy en mi intimidad. Y esa también es una forma de escape, en que al final todo lo resuelvo sola... cada decisión al fnal pasa por mí, según mis valores, mis creencias, mis sueños... etc.
A veces me gustaría ser más cariñosa... me gustaría ser más de piel. Si cuando pequeña, era un amor, era una pequeñita tan linda... tan tierna, que a todo el mundo besaba, a todo el mundo le recitaba y siempre tenía una flor para mi familia. Hacía dibujos para cada visita y recuerdo que todo el mundo que me conocía me quería. Todo funcionaba bien. Sé muy bien hasta cuando fui así. Lo recuerdo muy bien... sé cuando todo cambió, para yo volverme una persona temerosa y totalmente para adentro. A los 14 años.
Es bien paradójico, porque si bien soy alguien que se guarda sus cosas... soy bien sociable... tengo un millón de conocidos y quinientos mil amigos. Y es bien raro, porque las personas que me conocen, saben que no soy cariñosa, pero sí graciosa y divertida. Siempre tengo respuestas ocurrentes y soy bien buena para reirme.
Es bien bipolar la situación en todo caso. Porque, como decía, tengo súper mal carácter, igual soy una persona relajada que resuelve las cosas super pasivamente, sin complicaciones y sin tanto análisis, ni cuestionamientos... Lo que me hace felíz... lo hago, lo que hace bien se queda conmigo. Lo que no, lo desecho.
No he tenido tanto sufrimiento en mi vida... pero si he tenido que reponerme a cosas bien fuertes. De ahí mi fortaleza a la adversidad.
He sido felíz... claro que lo he sido. He tenido personas que me han amado muchísimo. Que me han hecho felíz. Me hubiera gustado entregarle un poquito más de mí, yo me mostré siempre tal cual soy, pero quizás si hubiera sido un poquito cariñosa, las cosas hubieran cambiado. Yo sé que me amaron, pero a veces doy un poco de miedo, por lo decidida y drástica que puedo parecer.
Mi vía de escape, siempre fue escribir... desde muy chica, he llenado diarios, cuadernos, agendas y he escrito cartas eternas... para un poco mitigar la falta de comunicación sobre mis cositas íntimas que tenía con los demás.
Una de mis pasiones es escribir, aparte de la lectura y la danza y mi adorado flamenco. Por eso a veces, escribo tanto acá... aunque mis diarios aún los mantengo... son un tesoro íntimo que siempre llevaré conmigo, incluso que una vez, hace mucho tiempo, aquel pololo importante que tuve, aquel con el que duré 7 años de mi vida... me dijo que la prueba de amor más grande que le podía dar... era mostrarle aunque fuera, un mísero diario. Siempre le llamó la atención esos libros que yo tan celosamente guardaba. Ahí están plasamados cada día de mi vida... es por eso que mantengo vívidos algunos recuerdos y por eso también tengo tan buena memoria.
Los he leído, claro que sí! y me doy cuenta de errores cometidos...
Ahora no sé que me pasa... me sale del alma ser cariñosa con mi novio precioso... me gusta estar mucho con él... pegadita a él, me gusta sentirlo muy cerquita de mí... su olor siempre queda impregnado en mis sábanas, en la almohada... cuando él no está conmigo duermo con su pijama para sentirlo conmigo. Cuando estamos juntos me gusta pasarle mi pierna por encima... como rodeándolo... siempre lo beso... siempre le toco sus rulitos formando onditas. Me encantan sus ojos...
Pero tengo miedo... soy tan felíz con él... me hace tan felíz... que siempre creo que puede pasar algo que me va hacer caer de mi cúspide de felicidad. Por eso me freno, y es totalmente intrínseco en mí... el frenarme de entregar tanto amor y cariño...
Y no quiero frenarme...
Y me convenzo a mí misma... "No te frenes!... si te equívocas... saldrás adelante, como siempre lo has hecho..."
Es bien difícil colocar en balance el cerebro con el corazón... y yo trato día a día que mi vida esté en equilibrio... sé que puedo hacerlo... porque...
Sé lo que soy... sé quien soy... sé lo que valgo... sé lo que quiero... Y sé que algún día lo conseguiré...
Una flor!
Ivy

1 comentario:

La Gata Coqueta dijo...

Hay que intentar vivir él día a día tal cual uno es, porque si se esta pensando en el como y lo que puede suceder de diferente manea ya no vive feliz y relajada.

Aparte como eres una persona que no tienes problemas y te sabes desenvolver sola y de caracter fuerte ya no es de tener miedo a nada, las cosas duran lo que uno no sabe pero a veces no por cualpa de uno si no más bien de dos y eso lo hace conceptuar de diferente manera.

Un diario es algu sumamente particular para no ser leido nada más que por quien lo ha escrito como recordatorio, pero en cuanto se comparte los celos ya son mayusculos y los finales no son muy felices...

Un abrazo de corazón y disfruta de una semana llena de belleza interior.

Y una rosa también para ti.